Jurisdicción

Entrevista a nuestra M.·.R.·.G.·.M.·.

El lunes 14 de diciembre del 2020 E.·. V.·. la Gran Comisión de Difusión, por conducto de la V.·.H.·. Vocal Martha Patricia Guerrero Guerrero, se reunió con nuestra M.·.R.·.G.·.M.·.V.·.H.·. María Elena Orta García, quien amablemente hizo un espacio entre sus múltiples obligaciones para contestar algunas preguntas.

La entrevista se llevó a cabo con el objetivo de acercar a cada una de las hermanas que nos lean a nuestra M.·.R.·.G.·.M.·., conocerla un poco más y abrir un espacio de reflexión en medio de nuestro convulso diario vivir. Compartiendo estas metas, nuestra M.·.R.·.G.·.M.·.V.·.H.·. María Elena Orta García nos señaló que uno de sus principales anhelos es que todas las hermanas de todos los orientes se sientan abrazadas por Alma Mexicana y que cada una de sus hermanas se sienta orgullosa de pertenecer a la jurisdicción.

Arrancamos la entrevista preguntándole sobre su llegada a la Orden.

Nos contó que ella supo de nuestra augusta institución por su esposo, pero que en las logias masculinas la rechazaron. Ese desdén despertó en ella un interés por conocer el por qué de tanto secreto y tocó a las puertas de Alma Mexicana. Con gran satisfacción asegura que ha sido una gran decisión y añade que su vida se divide en un antes y un después de la Masonería ya que gracias a nuestra institución comenzó a cuestionar más su vida cotidiana y se dio cuenta que antes vivía en función de los demás. Ahora, está convencida de que debe colaborar en todos sus círculos, pero sin olvidarse de su persona. “Si yo quería que mis seres queridos estuviesen bien, tenía que estar bien yo primero”. Para ejemplificar lo mucho que iniciarse cambió su vida, nos cuenta que la primer conferencia que dio en el mundo profano fue siendo Aprendiza de la L.·.R.·.L.·.S.·.F.·. Georgina Barragán No. 12 y a partir de ahí ha seguido desarrollándose como una excelente y reconocida profesionista del derecho. En sus palabras “quítenme el micrófono porque yo no lo suelto”.

Sabiendo la enorme responsabilidad que conlleva el puesto que nuestra M.·.R.·.G.·.M.·.V.·.H.·. María Elena Orta García desempeña le preguntamos en qué momento decidió que quería asumirlo y nos señaló que desde Aprendiza notó la importancia de dirigir nuestra institución al ver a nuestra P.·.M.·.R.·.G.·.M.·.V.·.H.·. Ivonne Altán Torres en sus funciones. Nos cuenta que la calidez y fortaleza de nuestra V.·. H.·.  Ivonne Altán Torres la inspiró; “yo veía a mi hermana Ivonne y pensaba: yo quiero ser como ella”. Nos señala también que a lo largo de los veinte años que lleva formando parte de nuestra Orden ha conocido mujeres brillantes y valiosísimas que la han alentado a seguir adelante y se siente privilegiada de representarlas y aportar su granito de arena en el desarrollo de nuestra jurisdicción. “Estar en el sitial de M.·.R.·.G.·.M.·. ha incrementado mi interés de servicio y siento una responsabilidad mayor de apoyar a todas mis hermanas para seguir caminando juntas y ser un ejemplo para la sociedad”.

Al hilo de lo anterior y tomando en cuenta el contexto socio-político de las mujeres en nuestro país, le preguntamos a nuestra M.·.R.·.G.·.M.·.V.·.H.·. María Elena Orta García cuál es y cuál debe ser el papel de la Masonería femenina en la emancipación de la mujer, en su empoderamiento y en la conquista del espacio público a lo que nos contestó que esa lucha por la emancipación de la mujer se ve reflejada precisamente en los espacios que hemos ganado en la Masonería femenina. Nos dice que como mujeres masonas tomamos consciencia de lo que es la responsabilidad social y eso es fundamental en la lucha por nuestros derechos. “Estamos impactando. No lo suficiente. Necesitamos seguir trabajando. Los espacios se ganan milímetro a milímetro con trabajo, esfuerzo y dedicación; pero, sobre todo, con la convicción de que pertenecemos a una institución que nos enseña una filosofía de vida”.

Siendo las aprendizas el polvo de oro de nuestra institución abrimos el espacio para que nuestra M.·.R.·.G.·.M.·. se dirigiera a ellas y, con una sonrisa en el rostro, invita a cada una de las aprendizas de nuestra jurisdicción a darse la oportunidad de conocerse a sí mismas. Les recuerda que a la Masonería debemos dedicarle tiempo, esfuerzo y dinero, pero asegura que es la mejor inversión que podemos hacer ya que es algo que nos dedicamos a nosotras mismas. Advierte que los peores golpes los ha recibido en logia, pero también de ellos ha obtenido el mayor crecimiento. “El que no se ha caído, no sabe levantarse”. Nos dice que nuestras aprendizas son la cimiente de nuestra institución: “Donde se pare una Aprendiza de Alma Mexicana la ubicarán por su seguridad, por su prestancia, por su conocimiento, pero, sobre todo, por su convicción de seguir adelante”.

Para cerrar se dirige a todas las hermanas que forman parte de Alma Mexicana y las abraza, sabiendo lo difícil que han sido estos meses. Nos alienta a que nuestro ánimo no decaiga ya que los grandes obstáculos nos dan la oportunidad de lograr grandes avances. Nos recuerda la fortuna de pertenecer a una institución que nos prepara para la vida y la muerte dándonos una llave misteriosa que no todos tienen. Resalta que en nuestra jurisdicción casi todas las hermanas se han sumado al reto de continuar trabajando, venciendo brechas generacionales y tecnológicas. Nos pide cuidarnos y seguir todas las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias. “No vivan con temor porque el que vive con miedo muere mil veces, pero tampoco seamos temerarias. Seamos prudentes”. Nuestra M.·.R.·.G.·.M.·. considera que este tiempo nos ha permitido acercarnos más y estar más unidas que nunca, así como valorar los pequeños detalles de la vida: “Lo verdaderamente importante es la sonrisa de un hijo, el abrazo de un amigo y agradecer al G.·. A.·. D.·. U.·.  cada nuevo sol”.

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